LONGLEGS: Rock Star del infierno
𝗢𝘀𝗴𝗼𝗼𝗱 𝗣𝗲𝗿𝗸𝗶𝗻𝘀 se ha convertido en uno de mis realizadores consentidos por el «palmario y distinguido estilo lóbrego poéticamente fantasmal así como sus hermosos y estetas diseños de producción».1 𝘛𝘩𝘦 𝘉𝘭𝘢𝘤𝘬𝘤𝘰𝘢𝘵'𝘴 𝘋𝘢𝘶𝘨𝘩𝘵𝘦𝘳 / 𝘓𝘢 𝘦𝘯𝘷í𝘢𝘥𝘢 𝘥𝘦𝘭 𝘮𝘢𝘭 (𝘍𝘦𝘣𝘳𝘶𝘢𝘳𝘺 2015) —Reseña publicada en Revista Penumbria https://www.penumbria.mx/the-blackcoats-daughter-el-legado-perkins— 𝘐 𝘈𝘮 𝘵𝘩𝘦 𝘗𝘳𝘦𝘵𝘵𝘺 𝘛𝘩𝘪𝘯𝘨 𝘛𝘩𝘢𝘵 𝘓𝘪𝘷𝘦𝘴 𝘪𝘯 𝘵𝘩𝘦 𝘏𝘰𝘶𝘴𝘦 / 𝘚𝘰𝘺 𝘭𝘢 𝘤𝘰𝘴𝘢 𝘣𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘷𝘪𝘷𝘦 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘢 𝘤𝘢𝘴𝘢 (2016), 𝘎𝘳𝘦𝘵𝘦𝘭 & 𝘏𝘢𝘯𝘴𝘦𝘭 (2020).
Oz, maestro en crear atmósferas aterradoras de blancos gélidos y cadavéricos con grandes planes fijos así como el desarrollo sutil y casi erógeno de las presencias malignas «como un recurso tan inteligentemente obcecado y enfatizado de una manera tan íntima que logra crear empatía y lazos con el espectador»2. Aunque, también el color rojo está presente en momentos sustanciales emulando al infierno.
La naturaleza de lo malévolo y cómo las personas se auto aniquilan, condenan; seducidas, consumidas por el mal —ya sea de manera alegórica o como manifestación literal demoníaca—, frecuentemente presencias que arropan a las figuras más desoladas, son el puente que conecta los filmes de Perkins hasta llegar a 𝘓𝘰𝘯𝘨𝘭𝘦𝘨𝘴 (2024).
No obstante las numerosas referencias y explícitos tributos, las más notables: 𝘛𝘩𝘦 𝘚𝘪𝘭𝘦𝘯𝘤𝘦 𝘰𝘧 𝘵𝘩𝘦 𝘓𝘢𝘮𝘣𝘴 / 𝘌𝘭 𝘴𝘪𝘭𝘦𝘯𝘤𝘪𝘰 𝘥𝘦 𝘭𝘰𝘴 𝘪𝘯𝘰𝘤𝘦𝘯𝘵𝘦𝘴 (𝗝𝗼𝗻𝗮𝘁𝗵𝗮𝗻 𝗗𝗲𝗺𝗺𝗲, 1991), 𝘡𝘰𝘥𝘪𝘢𝘤 (𝗗𝗮𝘃𝗶𝗱 𝗙𝗶𝗻𝗰𝗵𝗲𝗿, 2007) o 𝘊𝘶𝘳𝘦 / キュア, 𝘒𝘺𝘶𝘢 (𝗞𝗶𝘆𝗼𝘀𝗵𝗶 𝗞𝘂𝗿𝗼𝘀𝗮𝘄𝗮, 1997), ha logrado crear un oscuro, misterioso y simbolista 𝘵𝘩𝘳𝘪𝘭𝘭𝘦𝘳 propio ejecutado maravillosamente con atinados y pequeños 𝘫𝘶𝘮𝘱𝘴𝘤𝘢𝘳𝘦𝘴 sugestivos de terror íntimo y sobrenatural que van devorando de a poco a la realidad pero con objetividad y coherencia. Como en trabajos anteriores, ya son habituales las composiciones de su hermano, 𝗘𝗹𝘃𝗶𝘀 𝗣𝗲𝗿𝗸𝗶𝗻𝘀. Esta vez prepondera la absoluta y asombrosa cinematografía de nuestro compatriota 𝗔𝗻𝗱𝗿é𝘀 𝗔𝗿𝗼𝗰𝗵𝗶.
𝗡𝗶𝗰𝗼𝗹𝗮𝘀 𝗖𝗮𝗴𝗲 vuelve a impresionarme con sus rangos hilarantes de ejecución histriónica. El personaje está tan bien construido que —incluso— no necesita aparecer a cuadro durante el desarrollo de la historia. Adora a La bestia (También a T.Rex y Lou Reed) y expresa la devoción exuberante a su deidad construyendo muñecas que emiten influencia diabólica. El mismo se ha convertido en muñeco viviente, 𝘙𝘰𝘤𝘬 𝘚𝘵𝘢𝘳 del infierno, o como escribió el maestro 𝗙𝗿𝗮𝗻𝗰𝗶𝘀𝗰𝗼 𝗛𝗮𝗴𝗵𝗲𝗻𝗯𝗲𝗰𝗸: 𝘌𝘭 𝘥𝘪𝘢𝘣𝘭𝘰 𝘭𝘰 𝘰𝘣𝘭𝘪𝘨ó…
Maika Monroe se ha convertido en una tremenda actriz tan versátil que puede saltar de un carácter a otro con naturalidad absoluta. Homenaje moderno a Clarice Starling que también me recordó a la encantadora Dana Scully.
¡Corran al cine! 𝘏𝘢𝘪𝘭 𝘚𝘢𝘵𝘢𝘯!…
Longlegs (2024) dir. Osgood Perkins 🔴 (囲現維陰ぃ)
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